1.- Un buen origen
Las crías que tienen
madres dóciles y que han sido
destetadas correctamente
suelen ser más sociables y aptas para mascotas en casa. Si las crías
presentan un destete prematuro pueden tener conductas a medio plazo, y
si han sido criadas de un modo salvaje, totalmente en libertad, nunca
podrán ser educadas o requerirán muchísimo más esfuerzo.
2.- Nada de estrés
El
cerdito jamás podrá adaptarse si se le trata de forma brusca o se
carece de la paciencia y capacidad de enseñar necesarias para tener una
mascota en casa, que al principio además se muestra especialmente
asustada. Necesita estar en un momento equilibrado y tener un
propietario paciente, tranquilo y con capacidad de mando.
3.- Disciplina rigurosa
El cerdito vietnamita es
sumamente inteligente, mucho más de lo que en un principio podamos creer. Es por ello que debemos ser también muy
rigurosos en su enseñanza,
para evitar que se convierta en un animal tirano y malcriado, ya que la
tendencia es ceder antes a su apariencia simpática sin pensar que
necesitan disciplina como cualquier otro animal de compañía.
4.- Necesidad de afecto
Su gran sensibilidad requiere también grandes
dosis de afecto,
que le transmitiremos en forma de caricias, primero con cuidado, y
después como demostración del cariño que sentimos por nuestra mascota.
Descubramos
sus puntos débiles, dónde les gusta ser rascados, y se convertirán en animales cariñosos y agradecidos de ser queridos.
5.- Vencer el miedo
Estos primeros días son
vitales en la educación del cerdito. De nuestra paciencia y nuestra constancia, de que sepamos
infundirles confianza
con las pautas adecuadas, depende en gran medida el carácter y la
adaptación de nuestro cerdito. Cuanto antes consiga vencer su miedo al
contacto, antes se integrará en la nueva familia.
6.- Necesidad de compañía
El cerdito vietnamita es un animal que
necesita sentirse integrado
en un grupo social. No quiere decirse que no pueda estar solo un tiempo
en casa, sino que buscará formar parte de la familia. Si le
proporcionamos una, la nuestra, se integrará de un modo total. Si no
mantiene contacto con nadie, se convertirá en un animal huraño y no apto
como mascota.
7.- Dieta rigurosa
Los cerditos son muy
tendentes a la glotonería.
Su aspecto simpático puede hacernos ceder al principio en cuanto a su
alimentación, convirtiéndoles en una mascota exigente que pide
constantemente comida. En nuestra mano está
evitarlo.
Son omnívoros y podrán comer todo lo que les demos, pero cuidemos de que
su alimentación sea equilibrada y no abundante en exceso.
8.- Ejercicio diario
El
aire libre y el
ejercicio
moderado diario son necesarios, no sólo para la salud física de nuestra
mascota, sino para su equilibrio mental. Proporcionémosle un entorno al
aire libre para que pueda disfrutar del exterior, así se convertirá en
un
animal feliz y sin ansiedad.
9.- Diferentes sonidos
Nos quedaremos muy sorprendidos cuando, una vez que esté integrado en nuestro hogar, descubramos los diferentes sonidos del
“lenguaje”
del cerdito vietnamita. Un saludo, una solicitud, un agradecimiento, un
estar a gusto, un estar enfadado... Todo lo transmitirá con sonidos
distintos, que nos darán una idea exacta del
estado de ánimo de nuestra mascota.
10.- Personalidad propia
Los
cerditos que se acostumbren a estar en familia desde jóvenes llegarán
sin duda a integrarse sin problemas, pero debemos tener presente que
cada uno tiene su propia personalidad. Que sean tozudos, cariñosos,
nerviosos, obedientes... depende tanto de su enseñanza como de su propio
carácter.
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